jueves, 17 de julio de 2008

Grave confusión

“En cierta ocasión, una familia inglesa pasaba las vacaciones en Escocia y vieron una casita de campo que de inmediato les pareció adecuada para su próximo verano. Indagaron quién era el dueño y resultó ser un pastor protestante, a quien se dirigieron para pedirle que se las mostrara. Tanto por su comodidad como por su situación, fue del agrado de la familia, quedando comprometidos a alquilarla para el año siguiente.

De regreso a Inglaterra, repasaron los detalles de la casa, cuarto por cuarto y recordaron no haber visto el WC. Dado lo práctico que son los ingleses, escribieron al pastor preguntando al respecto. La carta decía así:

“Estimado pastor, somos la familia que hace varios días visitó su finca con el ánimo de alquilarla para nuestras próximas vacaciones. Y como omitimos un detalle, le suplicamos nos indique más o menos dónde queda el WC”.

El pastor, que desconocía la abreviatura WC pero creyendo que se trataba de la capilla White Chapel, les contestó en esta forma:

“Tengo el agrado de comunicarles que el lugar a que se refieren queda sólo a unos 12 km. de la casa, lo cual es un poco molesto si se tiene la costumbre de asistir allí con frecuencia. Las personas que antes vivieron en la casa, solucionaron el problema llevando su comida y permaneciendo allá todo el día. Algunas de ellas acostumbraban a ir de pie, pero casi nunca llegaban a tiempo, pero en ese caso, frente a la casa pasan autobuses cada diez minutos, de manera que cuando sientan deseos de ir, pueden tomar uno de ellos y llegar en el momento preciso.

Hay lugares para unas 400 personas sentadas y 100 de pie. Naturalmente, las mujeres tienen prioridad para estar sentadas pues por razones obvias, a los hombres les queda más cómodo permanecer parados. Los asientos están forrados de terciopelo rojo y existe aire acondicionado para evitar sofocaciones. No hay separaciones de damas y caballeros, porque en esta ciudad queremos entablar un conocimiento íntimo y familiar entre los dos sexos, cosa que es muy conveniente en nuestros días. Los niños tienen su zona aparte donde sentarse y mientras dura el proceso cantan a coro. A todo el que entra se le da un papel pero como no alcanza para todos, algunos tienen que usar el del vecino. Al salir es necesario devolverlo, pues como hay pocos fondos, debe durar todo el mes. Todo lo depositado sirve para dar de comer a los huéspedes del hospital.

Hay personas especializadas que toman fotografías desde varios ángulos y posiciones, para ser publicadas en la crónica social del periódico local. De este modo, el público puede conocer a las altas personalidades en actos humanos…”

La familia inglesa leyó esto y estuvo a punto de desmayarse, y según las malas lenguas, decidieron pasar sus vacaciones en otro lugar ”

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